YO Y ELIZABETHA

Los cielos se cubrían de espanto, habían dolores agudos, sangraba por los poros, las vértebras estaban ansiosas, la suerte reía, Caronte lleno de locura bebía el rojo de la copa del deseo y me invitaba a sumergirme en el mar muerto...
Vuelvo a tierra, con mi bitácora vacía, con tus porfías en lugar de mi cabeza, con tu desnudez en vez de lucidez, Francia ya no luce la misma desde el destierro, mis piernas ya no lucen las mismas desde que dejaron de ser conquistadas, todo cayó botín abajo, sólo me falta aullarlo en el instante perfecto...
Yo iba con otro... Yo iba de ángel... Tenía una sonrisa dibujada en mi frente, creía en Dios y a Dios le veneraba, pero estaba en nuestros designios encontrarnos, reconocí su rostro en medio de tanta gente... algo nos asfixiaba... sentía que mi cuello le pertenecía, que en otra vida tal vez hubiese sido mío, quizás en una época, o en varias generaciones, su voz me era conocida, su ser un tanto hosco me era familiar entonces, mi crucifijo estallaba al verle rondar cerca, yo tenía un compromiso ineludible, pero poco nos importaba...
Comencé a enfermar gravemente... Veía como mi prometido luchaba desesperadamente por mi alma perdida, poniendo resistencia a mi sombra, como enloquecía continuamente por mis arrebatos de tener en mis sienes una muerte plácida... Y al estar dormida, ahí estaba, luciendo en su cuerpo todos los lamentos de Francia, el desconocido vino a mi encuentro impostergable, desplegaba en mí excesos de erotismo cuya pasión llegaba a idolatría, me lamía la cara en una entrega desmedida sacrificando mis pocas arterias, sentía el ardor en mis mejillas, pero era un magnetismo digno de las hijas adormecidas del dios pagano, mis piernas se daban al compás de su entrega consumando la palabra “amor” por todos sus orificios... y poco a poco empecé a renegar de la Biblia y sus crucifijos, mi prometido estaba idiotizado por liberarme de ese subyugo, me llevó en su brazos donde Lord Van Helsing, y dieron instrucciones de negar mi acceso al Castillo del desconocido, pues según unas sirvientas aledañas me habían visto transitar las últimas noches por el, besando al demonio...
Me recluyeron en mi alcoba, ya estaba hecha una fiera, casi descarnada sin embargo mis facciones no eran de una regularidad clásica, la femineidad de Elizabetha y sus malas artes me habían sido entregadas por completo y se revelaba en mis sueños más húmedos...
¡Elizabetha! ¡Elizabetha!...
¡Como luché durante mis noches febriles por apartarlo de mis ansias! ¿Qué era eso más profundo que los círculos de Dante? Estaba poseída por las almas adormecidas de las hijas de Delos... y los ángeles me cubrían con un manto de espinas para que no dejase mi cuerpo al intemperie... Todo era devastador, entré en crisis... El hombre distrajo la atención de los infiernos ¡Él venía por mí! ¡Era una deuda pendiente!, yo había robado el alma de otra, yo era otra... ¡Y las deudas se pagan!... me enjuiciaría en esta vida o en otra, mi alma le pertenecía se la había dado quizás en otras épocas, quizás en otras generaciones, vencía mi contrato vigente, hoy los plazos habían concluido... una muerte prematura me aguardaba...

* * *


... Hay cuentos hermosos en los libros de los magos, encuadernados con piel me dijo una vez Poe, historias gloriosas de cielos que se abren, de marejadas que son sangre, santos y santas que quiebran su mano al rugido de los ángeles...
Pero, tan cierto como que Dios vive, digo que la fábula que el demonio me contó, mientras se sentaba a la sombra de mi lápida, es la más maravillosa de todas.
Cuando el demonio terminó su historia, se acostó en la cavidad de mi tumba y rió. Y yo no pude reír con el y me maldijo... Y mi sombra que era de otra, que eternamente moraba en la sepultura, salió de allí y se quedó a los pies del demonio y le miró fijamente a la cara...

55 comments:

Nanael said...

Otra brillante jugada de la audaz Ligeia, esta vez participando del clásico de Bran Stoker, aunque no creo que hayas estado poseída en algún momento, como la protagonista original, conociéndote me parece que te entregaste al placer totalmente conciente, en fin, espero ser algún día yo el aforntunado que pueda estar en tus sueños húmedos.
El final del texto me sorprendió, no me esperaba algo ni remótamente parecido, muy interesante, quedé sencillamente "pa'entro"... felicidades hermosa.

Raphaela said...

Soy la Reina de Negras, estratega del juego que tanto aclaman los astutos... ¿Poseída yo? ¡Totalmente conciente! ¡No me culpes! estaba en mis designios...
Generaciones pueden pasar por nuestras cabezas, pero mi alma estaba empeñada, siete vidas probablemente transcurrieron, quizás once, más sabe el Diablo por Viejo, que por Diablo... Decía mi tatarabuela en los alrededores de Francia, según me han comentado mis congéneres, la tal Elizabetha era sensualidad pura, que lástima Nanael que no le hubieras conocido, quizás en tus sueños más húmedos aparezca...
Hay cuentos hermosos en los libros de los magos, encuadernados con piel me dijo una vez Poe, historias gloriosas de cielos que se abren, de marejadas que son sangre, santos y santas que quiebran su mano al rugido de los ángeles...
Pero, tan cierto como que Dios vive, digo que la fábula que el demonio me contó, mientras se sentaba a la sombra de mi lápida, es la más maravillosa de todas.
Cuando el demonio terminó su historia, se acostó en la cavidad de mi tumba y rió. Y yo no pude reír con el y me maldijo... Y mi sombra que era de otra, que eternamente moraba en la sepultura, salió de allí y se quedó a los pies del demonio y le miró fijamente a la cara...

Nanael...
¿Seré yo exactamente quien digo sser?...

Vade Retro said...

Impecable relato ligeia, tocas uno de mis temas favoritos. Un beso.

Anonymous said...

Hay cuentos hermosos en los libros de los magos, encuadernados con piel de los escritores, historias inconclusas de letras que se abren a principiantes, consangrados, que intentar ser poetas, que quiebran su mano al rugido de los ángeles o al amor de éstos...
Pero, tan cierto como que Dios vive, digo que la fábula que la hermosa Ligeia me contó, mientras se sentaba a la sombra de mi lápida, es la más maravillosa de todas.
Cuando ella le dió a mi corazón con puntería exacta unas mil veces, terminó su historia, se acostó en la cavidad de mi tumba con sensualidad única y rió. Y yo no pude reír con ella y me maldijo... Y mi sombra la sigue eternamente, la busca, mora en mi sueños y en mis fantasías aparece, desaparece, es una sombra en mi vida, salió de allí y se quedó, le miré fijamente a la cara, parecía ser otra, era otra, más bella de lo que la recordaba, más aún, pero no era mía, pero aún me quedan vidas para ganar el alma de Elizabetha o Ligeia, de seguro las dos tienen la misma mirada...

Fausto Vargas said...

un gusto tener la vista de la Reina de Negras por el blog. pues coordial invitacion a la expo.. saludos..

Raphaela said...

No creas todas mis historias ni menos al pie de mi tumba ¡mi querido escritor de odas!... Ten cuidado con lo que deseas podrías salir trasquilado, tú eres un buen abogado en las causas del diablo y mi sombra es un caso impredecible ¡y lo sábes! ¿verdad escribano?...
...Los ángeles son los seres más perfectos después de Dios... decía un ángel al contemplar mi tumba mientras dormía, mis cuervos en lo alto me observaban ansiosos, pues cuando yo duermo asimilo ser un ángel enamorado, mis alas sufren grandes transformaciones en mi dorso, mis labios son coloreados por las ninfas de la misericordia, y mis cuervos sólo son ángeles custodios de un Templo contiguo...
¡Tienes razón! hay algo en mí que es de otra, pareciera...

Anonymous said...

Al pie de tu tumba ¡mi querida escritora creo todo lo que tus letras cuentan!... Tengo cuidado soy diestro con la pluma mi querida ex compañera de letras, tú eres muy buena unas de las mejores y abogado en las causas de diablo me especializo y sí tu sombra es un buen caso para ganarlo ¡y lo sábes! ¿verdad bellísima escribana y soberbia?...
...Los ángeles son los seres más perfectos después de Dios... decía un ángel al contemplar la tumba mientras dormía Ligeia, sus siete cuervos en lo alto me observaban carroñeros, pues cuando ella duerme su alma es inmune, sus alas son suaves, sus labios jamás lo he probado pero deben ser deliciosos, y sus cuervos carserveros sólo son ángeles custodios de un Templo contiguo...
¡Tienes razón!Ligeia alumna aventajada de don Olape hay algo en tí que me dá miedo, pero más allá del temor me enamora pareciera que es difícil robar tu alma, pero no imposible.

Pachmina hinó said...

Que bonitas fotitos Ligeia Mikami
besos de luna para ti

Desde el mas aca said...

"Y mi sombra que era de otra, que eternamente moraba en la sepultura, salió de allí y se quedó a los pies del demonio y le miró fijamente a la cara... "

Me encanto tu cuento, asi como la sombra me siento en estos dias, besos y abrazos niña

Raphaela said...

Pachmina gracias por visitarme, espero que logres escribir, ya se te ocurrirá algo...

Pachmina hinó said...

Mikami ¿me puedes ayudar? te escribo
Pachminita Hino

Pacita said...

Preciosa : Algo especial ocurre cuando uno se desangra y el compañero vela por la nuestra existencia ...
¿ Sabes que eso no es comùn ? ---pero a las princesas les ocurre.
Gracias por tu visita y mi acciòn màs que legalista es simbolica .... de eso se construye .
Siempre es bueno verte y leerte .
Cariños varios

boris said...

princesa, siempre fuiste princesa o bien te encontraste con tu reino de luces y sombras, un abrazo, boris

Gonzalo Villar Bordones said...

mirar el demonio a la cara, hay que tener cojones.

Roxi said...

Ligeia, soy un poco ignorante en la dinastía de la oscuridad, así que no sé de donde viene tu nombre y tu nobleza, pero me encanta como escribes y me gusta pensar qué eras antes de lanzarte al abismo y dejarte caer.
Tal vez eras una niña de diez años con temor a los gatos, hasta que un gato seductor clavó sus dientes en tu virginal cuello arrebatándote para siempre ese otro yo, ahora tan lejano.
Desde que conocí tu blog he vuelto varias veces, pero no dejo opiniones por que tu universo lúgubre a pesar de su hermosura me asusta. Soy de naturaleza depre y ver a la muerte tan de frente me debilita, aunque también debiera aprender a verla pues para allá vamos todos.
Y el erotismo, bendito erotismo (o maldito como plazcas) está en todo y a mi también me arrastra, pero no es lícito para una niña de 7 u 8 años hablar de esto.
A pesar de todas estas contradicciones me ha hecho bien leerte, quizás no estoy lista para mirar al demonio a la cara, pero sí ando menos culposa.
¿Eres familiar de Lilith? Si tienes algún tipo de conexión con ella dile que recién hace poco (muy poco) supe que existía, y que la han negado durante siglos.
Un abrazo por debajo de la piel

Raphaela said...

... Hay cuentos hermosos en los libros de los magos, encuadernados con piel me dijo una vez mi Padre
-¿escuchas? es tu destierro... ¿no oyes? es el clamor clandestino-
Historias gloriosas de cielos que se abren, laberintos que son eternos, espantapájaros que son vivos y santos que quiebran su mano al rugido de los ángeles y le temen...
Pero, tan cierto como mi Padre existe, digo que la fábula que el demonio te contó, mientras se sentaba a la sombra de tu lápida, es la más maravillosa de todas...
No hay alquimista ni fórmula concreta que haga que el destino se disuelva. Cuando el demonio terminó su historia descarnada, se acostó en la cavidad de tu tumba, y rió. Y yo reí con él y al morir juntos de risa me liberó en cierta forma escalofriante...
Las historias son escritas para ser contadas, generación tras generación, cuando el cuerpo reclama el cuerpo, es porque algo ya no nos pertenece, ¡la sangre llama a la sangre! y no hay métrica, ni figura retórica, cuando la metáfora nos desprende la piel en el lenguaje humano,
Quizás los duendes siquiera los noten, pero tus cuervos son letrados, leen tu libro Siríaco normativo en arameo occidental... Saben de tus cuerdas de Stradivarius, saben tus vicios cinéfilos y ¡si hay otra! ¡que seas tú! le olerian de inmediato... ¡Créeme Francia no luce la misma! ni los sapos, ni los duendes, si una proa te trajo a tierra es mejor que te conserves entre los vivos, que de éstos está hecha la prole humanizada,
yo prefiero seguir siendo un ángel aunque sea uno de los caídos, pero para eso lo diseñó mi Padre... ¡El libre albedrio! o si nó todo sería tan monótono,
y errar tiene su encanto...

Alexandra said...

Ligeia...
En mis viajes en mi motocicleta, viví una historia similar,
un ángel me habló de un ángel, a uno le miré a los ojos y en el ví un dolor que le atravesaba, y mientras que el otro visualizé su alma sin poder ver su rostro, reconociendo uno al otro el amor y que niegan aceptar, uno reconociendo sus culpas, mientras que el otro las mitigaba, es extraña la vida a veces injusta y despiadada... Pero sucedió en otra vida en un pueblito muy lejano, lo leí en un librito medieval...
me has sorprendido, Elizabetha es muy femenina, sensual ya quisiera esas letras para mí, me encantaría ser tú, robarte el lenguaje, la labia, la belleza, las letras son tu don no me cabe duda... Eres como las diosas griegas, egipcias, romanas, muy perfecta para ser real, y sin embargo, eres otra y aún sigues siendo tú...
Ligeia ¿quién eres en realidad?...

Raphaela said...

Alexandra siempre hay historias que se parecen a otras historias...
Entre tanto Juan Salvador Gaviota saca su ala derecha de la página de un libro en miniatura, observa como las letras son besadas por atractivos puntos suspensivos...
Los libros se conocen entre sí, saben en cuales páginas pueden encontrarse, cuales son las hojas más gastadas y cuales son los títulos más apetecidos por los niños pequeños...
Entre ellos se protegen cuando los años pasan, zurcen sus grietas y procuran que sus títulos brillen en los rincones más oscuros de la biblioteca...
Hay libros encantados por sapos, otros de historia y geografía y matemáticos con decimales infinitos...
Los libros de papelucho jamás pasan de moda, y casi nunca están en los estantes, siempre están sus espacios libres, hay libros de todos los colores y formas...
Los libros hablan... son mágicos, pocos saben este secreto, algunos lloran por sus historias con finales tristes, muchos abren sus brazos y se leen entre ellos hasta enamorarse de sus protagonistas, danzan las palabras al ver sus obras y sus obras por letras mayúsculas... la vida pasa, las generaciones, los niños son adultos y sus hijos siguen la tradición de leerlos, los libros tienen memoria de elefante y recuerdan las risas de todos sus lectores aunque estos ahora sean protagonistas de enciclopedias, los libros jamás olvidan lo importante que son en nuestras vidas...
Esta historia que has contado en la cavidad de mi tumba es la más maravillosa de todas...
Cuando La Valse d'Amélie dió sus primeros pasos en su motocicleta lunar yo pensaba que sus cuerdas eran las mágicas, pues mis gélidos pantanos ella los convertía en bosques encantados, aún así su magia está en sus cuerdas de Stradivarius, en soñar con historias felices más que mal es Amélie Poulain, su gnomo del jardín en su casa de Montmartre estaba algo loco y circunpecto a tanta casualidad... Sé que tu frances es más fluido y me has superado... y que tu violín dá sus primeras frases en público....
Beberás vino de Oporto como Georgette o Pierre Auguste...
Alexandra eres como Poulain ajena a este mundo y a sus vanalidades,
Que tanto me apetecen...
Alexandra tienes un gran objetivo... intentar hacer feliz la existencia de los demás. Por ello inventas toda clase de estrategias que te permitan intervenir está en la sangre, por algo eres la hermana menor de Raphaela...
Pero la vida de Amelie se ve trastocada con la llegada de Nino Quincampoix. Nino trabaja de fantasma en el túnel del terror de mi Teatro de las Sombras y en sus ratos libres colecciona las fotos abandonadas en los fotomatones para buscar luego a las personas que aparecen en ellas... Cuando se crucen, las vidas del extraño Nino y la enigmática Alexandra Poulain darán un giro que ninguno de los dos podrán imaginar...
Sólo así comenzarán las danzas...

Hiberion said...

Lo que admiro en Ligeia es su misteriosa procedencia, su fuego, sus letras, la estrategia. No dudo que sus jugadas sean estudiadas es más, creo que visualiza sus letras en cada partida, es un hecho para los peones y súbditos que su reina de negras es la más astutas de todas, pero siendo otra no dudaría en que también es la reina de blancas, es astuta su juego puede ser doble...

Hiberion said...

¿De donde viene Ligeia?...

BETTINA PERRONI said...

Mira que ya te había leido... creí haber dejado un comentario de tu post anterior pero no... algo pasó. Tu historia es tan embrujante que hasta surge la inquietud de vivirlo por un momento aunque yo... ignoraría completamente al diablo ;)
Que estés super bien !

quantum said...

Ligeia, amada de Poe,
Con Bram Stoker al fondo, recuerdas que el amor y la muerte habitan siempre juntos en los libros de los magos,y, por lo tanto, aquí también.
Gracias por visitarme, ángel de luz oscura, un placer conocerte.

Trenzas said...

"Juro por mi alma que no puedo recordar cómo, cuándo ni siquiera dónde conocí a Ligeia"
:DDD
Me has hecho ir a buscar el relato de Poe y darle un repasito. Casi no lo recordaba :)
Excelente relato. Creo que Poe se sentiría cómodo escuchándolo.
Y yo sí me acuerdo donde conocí a Ligeia, que conste.
Un abrazo, amiga

✈єℓιzα™ τσdσs lσs Dεяεcнσs яεsεяvαdσs cσρчяιgнτ said...

Cada que vengo aquí reposo, encuentro un motivo para respirar, un motivo para sentir un poco de paz, me siento realmente cubierta de luz, aun teniendo un poco de penumbras en mi camino, pero agradezco tu mano, cuando más la necesito, gracias por compartir tus sueños, tus escritos son especiales para leerlos con detenidamente...un abrazo y no me pierdo ninguna de tus emociones expresadas aquí... regreso pronto!!!

dull said...

siempre me he preguntado....quien gobierna tus ejercitos cuando tu tomas café con Poe?

un saludo

dull said...

siempre me preguntado... quien gobierna tu casa y tus ejercitos cuando tomas té con Poe?

Anonymous said...

Si, es cierto...
Aunque las historias sean contados por sus protagonistas y antagonistas en estos casos, que los personajes terminen enamorando de sus heroínas suele suceder aveces, y aunque no quieras dar prenda, ni mucho menos dar pistas... Para mí siempre serás la niñita más dulce del planeta.

Pachmina hinó said...

Mikami si eres un princesita que sea una japonesa.

Anonymous said...

La más bonita y la más enigmática también, Li...

Amapola said...

Pues por ella es que el príncipe oscuro atravesó todos los tiempos y los espacios, destronó a la muerte y adquirió la fuerza en la perversidad de la sangre...Elizabetha...
Gran relato bella Ligeia, me atrapas.

Unknown said...

Como no queriendo anuncias en mi cabeza sueños extraños por la noche, y has desatado la insolencia en mí.

Que bueno que te he encontrado.

MentesSueltas said...

Excelente relato, redondo, certero y repleto de imagenes... solo me pregunto si escribes sobre otra temática. Eres muy buena...

Un abrazote.

MentesSueltas

wallychoo said...

Sólo un pájaro negro
sobre el pretil cascado
una línea de sol
en la reja de herrumbre
azoteas sin rostro
sin miradas
sin nadie

estúpido domingo
voraz
deshabitado

ahora se borra el sol
definitivamente
el pájaro se borra
y es un vuelo sin magia

como última señal
de vida
la camisa
oreándose en la cuerda
agita enloquecidas
blancas mangas
que reclaman socorro
pero abrazan el aire

JOAN GONZÁLEZ_MIRATGES said...

Felicidades ! y los dibujos chapeau !!

Akasha Déclenché! said...

Humm... los cuentitos que escupe el demonio son tan subyugantes que no me perdí ninguno, antes... cuando mi alma aún podía reflejarse, ahora ya no lo escucho, debió quedarse atrapado en la sepultura de alguna otra.

"Siempre somos otra"


Peligrosamente Diurnos Saludos.

Javy Regio said...

hello baby...............odio este tipo de blogs, pero el tuyo es la excepcion ya que tiene algo que me atrae a seguir leyendo.....

saludos preciosa...........

Salvatiere said...

Grato relato, donde dejarse llevar es reparador, anudando textos, autores, libros, y la historia, a un estilo muy tuyo por donde nos vas llevando, un rastro de huella en el camino que marco virgilio........



Un gusto



Agustin

eika said...

Últimamente hay muchas sombras merodeando a los frágiles huesos!!!

Besos Fríos!!!!

Alexandra said...

Y es así no queda de otra, estas perdida...
Donde estas Ligeia...

Alexandra said...

Si apareces me escribirías algo Madame LIGEIA, para saber si estás viva, bueno en un sentido figurado...

Raphaela said...

Alexandrita...
Estaba en el inframundo cotizando algunos muertos, mi bitácora está completamente llena de apuntes y mapas para seguir pistas de mi yo en el otro mundo, seguí dos a cuatro duendes, un gnomo me besó en la cara y me dió la coordenadas correctas, me levanté el vestido y un príncipe miope me trajo en sus carroza, mi fino medallón de los hebreos brilló al reflejo del dios solar...
Somos tan modernos los muertos de hoy
que podemos transitar a cualquier hora del día...

Enzo Antonio said...

Estaba casi seguro que te había dejado un comentario, pero no tengo idea que habrá pasado.
Buen relato, de fantásticos colores y con el mismo diablo contándote una fábula.
Volveré, pues me fascinan tus relatos.
Saludos.

Raphaela said...

Enzo...
Tuve un problema en el cúal se me borraron los comentarios, fué Elizabetha, no era yo... ¡Disculpa a todos!
Ligeia...

Georgie boy said...

No creas que no he leido tus textos Madamme Ligeia, mi robot ha sobrevolado tus dominios, pero no he querido arriesgarme a ser embrujado y cual Ulises estoy imposibilitado de salir de mi nave aún. Un par de cálculos hidráulicos más para asegurarme, una lectura al Descenso al Maelstrom para no perderme y un vaso de Moloko para envalentonarme y pasaré por ti... no le contaré a Sayaka.

terminus said...

Glorioso Ligeia, relato oscuro y conmovedor al mismo tiempo...
Almas de préstamo, noches negras y criaturas del averno.
Otro día saluda a Caronte de mi parte

Un Beso

Edu

||| hamahiru ||| said...

He linkeado tu blog en mis dos senderos: Hamahiru y Medel de Azabache (MDA).. Espero que sean de tu agrado. Y espero que no te desagrade que lo haya hecho sin tu permiso. Me tomé la libertad de decidir. Si no quisieras, sólo has de decírmelo. Gracias

Raphaela said...

Piloto de Mazinger...
Tu robot ha sobrevolado mis dominios pero no estás sólo veo a Ayato... No has querido arriesgarte a ser embrujado y cual Ulises estas imposibilitado de salir de tu nave aún. ¡Tanto me temes! Un par de cálculos hidráulicos más para asegurarte, ¡saca tus cuentas alegres! una lectura al Descenso al Maelstrom de mi Padre y asunto concluido....
Un vaso de Moloko para envalentonarte y pasarás por mi...
¿A dónde piensas llevarme? Sayaka es astuta y sabe de Mikami y sus fantasmas domados, pero no seré yo la que le contaré de tu rapto, por que eso será un rapto, no me puedes sacar sin el permiso de mis siete cuervos, además por tributo tienes que pagar una prima, así es el protocolo en el subterráneo de los Ikawa, si no das prendas yo te llevas el premio...

Alexandra said...

Ligeia le puede decir al Piloto de Mazinger que el templo de los Ikawa incluyendo a Itzakú y la pelotita que habla está en los Hino... Que se dé una vueltita en su nave...

Hiberion said...

No entendía porqué mis comentarios no fueron publicados ahora entiendo.
¡Saludos Ligeia!

algenib said...

Por un segundo de consciencia y al ver a las dos musas enfrentadas en torno a mi cuerpo escuché el réquiem de las sombras. Sonaba como la más pura de las melodías helénicas, me hallaba en una nube de placer insostenible que tarde o temprano tenía que abandonar y destruir. Mientras mis gemidos se espaciaban por los lóbulos de la mordaz Ligeia y mi lengua recorría y tragaba el veneno de su saliva, contemplaba con lástima la mirada de Raphaela que humedecía una y otra vez sus labios disfrutando del momento de una parte, y de otra el tembloroso cuerpo de la ninfa de las sombras próxima al orgasmo me acercaba a un deseo extremo que se vio culminado con el crecer de sus colmillos bajo mi cuello. La de rostro angelical y alas de Inti aún sabedora de mi viaje hacia una muerte segura dejó disfrutar a su reflejo nocturno y cuando observó mi reacción exaltó a Oberón para ver cómo desaparecía con Ligeia adherida a mi cuerpo. Ambas desconocían que podía leer perfectamente su conversación telepática.

-Ahora... Me desequilibras con tu espada y quieres que te entregue al Poeta... ¡Algenib! ¡Decide ella o yo!..

Mi placer había decidido. Ante los dos seres más bellos del planeta y sin estar dispuesto a rehusar la tremenda invitación de la ninfa a su teatro de las sombras, aun con todo lo que ello suponía, y aun con la dulce mirada de Raphaela atenta a nuestro placer, ya había decidido. Mi situación lo requería. Después el sueño reparador llegó tras el declive de Cassiopea por el horizonte, podía sentir sus movimientos y su llamada de atención sobre mi estado, y dormí tranquilo sin haber sabido aún el gran peligro que llegué a correr en el teatro de lo absurdo de mi por entonces partenaire. Sentí placenteramente lo que no había sentido nunca, y durante toda la noche ardió mi piel en deseos de regresar y apoderarme de todo su imperio de la noche para hacerla mía. En mi pecho resonaba su nombre una y otra vez: había lanzado un conjuro de amarre al presentir mi inesperada huida y mi cuerpo extasiado lo rechazaba de continuo. Descansé hasta que me despertó una voz dulce y cálida como la que nunca había oído hasta entonces. No era capaz de asimilar cómo había sido posible que pudiera dormir sin verla.

-¡Algenib vamos! ¡Algenib! ¡Percibal nos espera!...

Me sobresalté, escuché las voces de las dos en un unísono pronunciar mi nombre, Ligeia reía desde las profundidades, Raphaela me observaba con una mirada abocada al rencor tal vez por no haber sido ella la elegida. Me sobresalté tanto que grité para mis adentros con tanta energía que mis hematomas desaparecieron al momento, en un primer deseo hubiera elegido el combate con aquel ser, pero conforme la miraba a los ojos me iba apaciguando con rapidez, todo en ella exhalaba paz y serenidad, en realidad la había conocido desde que abrí los ojos.

-¡Raphaela! ¡Tu mirada! ¡Tus ojos!...
-¡Nada Algenib!... ¡Estás delirando!...
-¡Tus ojos son iguales que los de Ligeia! ¡Ninómade tenía razón! ¡Sois hermanas!
-¡No! Ese viejo maltrecho no dice la verdad. Seguramente te debió mentir para que le dejaras tranquilo. ¡Él qué sabe! Ningún ángel eremita sería capaz de decir tantas atrocidades. ¡Ligeia es mi enemiga! Combatimos en las guerras de las marejadas y en las oceánicas, ¡un ángel que cae ya no se levanta! ¡Basta de absurdos! ¡Basta de farsas! ¿Quién eres tú y qué haces aquí?
-Eso mismo te debería preguntar yo a ti porque te recuerdo que tú me has buscado y encontrado. Te contestaré cuando llegue su momento y sólo te diré que he venido a este vuestro mundo porque una misión me ha sido encomendada. No intentes saber de quién proviene porque escapa a dioses y ángeles de este planeta vuestro. No temas, no voy a hacer nada malo, no tengo nada contra ti porque todo lo que oí es bueno. La bondad reside en tu mirada y yo soy un defensor del bien. Te necesito.
-Para tu información este es mi mundo, estas son mis alas, esta es mi espada con su temible espesor y te demostraré cuál es mi poder ¡si no me dices quién eres!
-Calma Raphaela. Te ha ocurrido demasiado y ahora que has recobrado tu fuerza te voy a recordar lo que pasó cuando cerraste tus laberintos. Ni Dostoievski ni Maupassant habrían creado un ser como tú.
-No es verdad, ¿qué sabes tú de mí? ¿Quién te has creído que eres estúpido poeta mortal?
-Soy yo... ¿Aún no me has reconocido?
-Te voy a matar ¡demonio!

La espada forjada en las tierras de los dioses de Taotoken se acercó hasta mi cuerpo a una velocidad sobrehumana, dirigida por sus dos brazos iluminados. El ángel me estaba atacando cuando había invadido mi aura por completo. Su poder era sublime. Su afán de rencor, venganza y olvido me inquietaron tanto que el miedo se apoderó de mi luz. Con un movimiento locuaz pude esquivar el excelente mandoble y desaparecí al momento cogido por las garras del emisario de un cercano y gran amigo mío, Betaphoenicis. En el viaje sólo me apetecía descansar y digerir lo que me estaba sucediendo.

Una vez alguien me contó historias sobre los hechizos terrestres, las influencias estelares, las composiciones químicas, las leyes físicas que no se daban en ninguna otra parte y en fin, maravillas de la universalidad y logros de su control por parte de determinados seres. Todo aquello visto desde el espacio suena demasiado raro y lejano, y además tosco y hasta vano. Nadie puede adquirir el poder de la luz si no ha nacido con ella, no hay mayor poder que el de la luminosidad. Me enseñaron a controlar la temperatura de los haces de luz, a gobernarlos, a reunirlos en derredor de mi estela para así poder iluminar los designios del universo. Y así millones y millones de estrellas recorren en su vida los espacios para aprender y enseñar, atacar y defender, controlar y descontrolar, vivir y morir. Y en las hazañas de algunas pocas con vida poco común, aquellas que consiguen hacer grandes viajes interestelares, galácticos o incluso planetarios en una transformación de su masa, radica la gloria según mi maestro. En mi tiempo de vida he conocido lugares dispares, las luces más potentes, los seres más poderosos y los más débiles del universo. Aprendí conceptos de la mano de mi maestro, los más importantes el bien y el mal, la única dualidad de todos los universos que no puede ser reprobada, y en base a su buen hacer me aleccionó acerca de lo justo. Me enseñó la fuerza, aquella que me habría de guiar por encima de cualquier obstáculo hasta más adelante, el poder de la luz blanca y azul, las más enérgicas, y me hizo el alumno aventajado con morada en la constelación de Pegaso.

Un amigo mío mandó un ave terrestre a por mí a este planeta, me rescató y me mandó a Betaphoenicis, allende el Fénix. Mientras me repuse leí el mensaje de mi maestro con vistas a mi misión en la Tierra. Me sentí muy débil. Nunca me había sentido así. Parece que la magia y el poder que tienen algunos seres de este planeta se me habían escapado de las manos. Nunca imaginé que en un planeta tan pequeño y con una vida anexa y dependiente de la propia de una estrella diminuta hubiera seres tan poderosos. Reconozco en parte mi culpabilidad: planteé mi misión sin estudiar a mis enemigos. Mi maestro no nombró ningún enemigo ¡en un planeta como este! La otra parte se adquiere y llega con la madurez y de ahí la intención y el resto de culpabilidad que le sobrevienen a mi maestro, quien no me informó de los distintos seres que pueblan esta tierra. Los ángeles y los demonios están en guerra, hay una raza superior al ser terrestre que campa a sus anchas y se aprovecha del resto, una raza enfrentada por enemistad, orgullo y diferencias, una raza que ha evolucionado hasta la creación de dos ramas iguales pero de distinto físico y apreciación. Los unos han conquistado parte de la tierra y los otros la otra, y entre ambos bandos sobreviven los auténticos seres de este mundo. Lo que domina sobre estas dos razas es un sentimiento expresado por unos cuantos en cada una de ellas, que tienen sus propios personajes que en verdad son más poderosos que el resto, y se llaman dioses, por ahora. Pronto serán historia entre los suyos.

Anonymous said...

Esta muy xvere el blog, nokrei enkontrar la reenkarnacion de poe en mujer, la manera en ke Ligeia se mueve por el inframundo es mas ke alucinante, por lo visto kada vez son mas los fanatikos de POe!!!

Miranda's Art said...

hay buey! Te vientas!

Fausto Vargas said...

siempre un gusto pasar por aqui

Unknown said...

Magnifica combinación de paganismo, mitología y erotismo. Excelente relato.

Saludos

Lord Lavengro said...

Una noche, mientras caminaba en la compañía del Conde, entre las sombras y mohosos muros de su castillo, me contaba de una princesa que se arrojó al río, desde un balcón de su fortaleza. Había en el brillo rojizo de sus ojos una insinuación de llorosa lágrima, su tes pálida se ponía cada vez más viva... lo que a mí no me dejaba de perturbar.

Me preguntaba si Draculea sentía una ausencia, si algo faltaba a su Ser. Ahora creo entender un poco esos gestos que creyó imperceptibles, sin considerar mi alma de demonio atenta a las debilidades y fortalezas, a mi sed de sentimientos y emociones.

Elizabetha era su nombre, la dama víctima de un ardid vengativo, la que sería el comienzo de una vida sin vida y un eterno recuerdo... pero algo más había, que en aquel entonces el hombre no entendió. Entre las ropas y piel de su princesa se ocultaba otra, hechizante y endemoniada, que hacía del deseo una gala rococó, un festín sensual y delirante; cómo no la iba a extrañar, si hoy también se le extraña en el silencio de una noche muerta y desgarrada, entre su traje mortuorio sonriendo en el medio de su féretro.